La pintura nos ayuda a comunicarnos en un lenguaje diferente y personal, lo cual representa un gran beneficio por la estimulación de nuestra parte creativa que nos permite aislarnos positivamente de la realidad, lo cual genera un descanso mental que disminuye el estrés y genera sentimientos de felicidad y relajación.
Quien dedica varias horas a pintar o a crear, entra en una zona más pura, en un estado de concentración muy marcado, se borra el entorno y el tiempo transcurre sin darnos cuenta, los dolores físicos desaparecen, es como entrar en otra dimensión sin abandonar el cuerpo.
Pintar nos ayuda en nuestro ámbito comunicativo, ya que nos permite expresar de forma diferente lo que sentimos, lo que queremos, o incluso nuestra visión sobre algo. Además de favorecer nuestra concentración, la pintura nos ayuda a distraernos de problemas. Asimismo, puede ser muy beneficiosa para trabajar la motricidad fina, tanto en niños como en personas mayores